La creatividad: ¿Simple azar?
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1. Cambia tus rutinas
Puede que modificar una simple rutina te ayude a encontrar respuestas innovadoras y creativas que den respuesta a tus problemas. Prueba a cambiar tu desayuno por ejemplo.
La psicóloga Simone Ritter de la Universidad de Nijmegen (Holanda) realizó experimentos con sus estudiantes para buscar la forma de incentivar su espíritu creativo. En uno de ellos colocó a un alumno un casco y unas lentes especiales que le permitían interactuar con un mundo virtual que no se regía por las leyes físicas que rigen el nuestro.
En este mundo virtual, los objetos se elevaban al caerse y se veían más grandes al alejarse, lo que suponía un reto para la mente de los alumnos. Tras haber interactuado un rato en este mundo imaginario, los estudiantes obtuvieron mejores resultados en los tests de creatividad.
Poner a prueba nuestra mente estimula nuestra creatividad, por lo que la investigadora Ritter recomienda probar experiencias nuevas y no reducir nuestra vida a simples rutinas. Esto nos proporciona perspectivas diferentes y ayuda a que nuestras neuronas establezcan conexiones distintas.
2. Evita distracciones
El mundo actual está lleno de distracciones: ruidos del tráfico, música ambiental, teléfonos que suenan... Todo esto impide que centremos nuestra atención en una sola actividad, reduciendo así nuestra creatividad.
Los neurólogos creen que la inspiración ocurre en el hemisferio derecho del cerebro, donde se registra un incremento de ondas gamma en esta zona en el momento en que surge una idea. Sin embargo, también se registra en la parte posterior del cerebro un aumento de ondas alfa asociadas al relajamiento instantes antes de que surja una idea.
Las ondas alfa se relacionan con un "descanso" en la actividad cerebral, lo que podemos relacionar con el pestañeo o la desviación de la mirada que realiza una persona cuando se le plantea una cuestión difícil. Esto permite que concentremos toda nuestra atención en nosotros mismos y nos evadamos del mundo exterior para buscar así una solución a la cuestión que se nos plantea.
El profesor Jonathan Schooler de la Universidad de California propuso tests de creatividad a tres voluntarios. Primero les planteó un problema y, a continuación, les propuso realizar una tarea diferente a cada uno: no hacer nada, hacer algo difícil y hacer una tarea rutinaria (como ordenar por colores). Los resultados revelaron que realizar actividades que requieran poca concentración permite que el inconsciente recombine las ideas para conseguir soluciones innovadoras al problema en cuestión.
3. Descansa
Una forma diferente de incentivar la creatividad es realizar una actividad que requiera una concentración mínima.
El profesor Jonathan Schooler de la Universidad de California propuso tests de creatividad a tres voluntarios. Primero les planteó un problema y, a continuación, les propuso realizar una tarea diferente a cada uno: no hacer nada, hacer algo difícil y hacer una tarea rutinaria (como ordenar por colores). Los resultados revelaron que realizar actividades que requieran poca concentración permite que el inconsciente recombine las ideas para conseguir soluciones innovadoras al problema en cuestión.
Schooler aconseja pasear, darnos una ducha o dedicarnos a la jardinería cuando nos sintamos "atascados" en un problema para el que no encontremos solución para distraer nuestra mente.
4. No temas, arriésgate
Continuamente estamos siendo creativos, aunque no seamos conscientes de ello, tomamos decisiones improvisadas a medida que los retos diarios se nos plantean.
Charlas Limb, científico de la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins (Baltimore) es otorrinoláringólogo y músico de jazz, y emplea técnicas relacionadas con su afición a la música en sus consultas. Cuando se propone a estudiar el cerebro de un artista, le pide que improvise en un pequeño teclado.
Los profesionales acostumbrados a improvisar experimentan cambios en la corteza perifrontal en los momentos creativos. Este tipo de personas no consideran necesario monitorear su comportamiento, por lo que temen a la hora de asusmir riesgos.
5. Deja que tu mente divague
Algunos de los avances más importantes de la ciencia se produjeron en situaciones extrañas, en momentos en que el autor de la idea estaba realizando una actividad completamente distinta a su investigación. Un ejemplo de esto es Darwin, que se inspiró para desarrollar la teoría de la selección natural mientras leía un ensayo sobre el crecimiento de la población; o Arquímedes, que descubrió el principio para determinar el volumen de un cuerpo de forma irregular cuando se bañaba.
El doctor Rex Jung de la Universidad de Nuevo México ha descubierto que, durante el proceso creativo se producen cambios en los lóbulos frontales y que, cuanta menos actividad exista en la zona, mayor es la probabilidad de que surja una momento de inspiración.
El momento de inspiración parece instantáneo, aunque puede que nuestro cerebro haya estado dándole vueltas a una idea durante un largo rato sin que nosotros hayamos sido conscientes de ello. De acuerdo con las teorías de este investigador, son los cerebros más desordenados los que poseen mentes más inventivas debido a que su tráfico neuronal es menor, creando así conexiones más inusuales.
Más información en BBC
Imágenes obtenidas de Ceilasmarinas, Gizlayer, Neoteo, Amayasport, Sientoluegoescribo-fenix y Domefisik
Imágenes obtenidas de Ceilasmarinas, Gizlayer, Neoteo, Amayasport, Sientoluegoescribo-fenix y Domefisik
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